- El gobierno local aprobó una modificación provisional de la ordenanza para efectuar una rebaja del 0,83% al 0,82%
- En el municipio no se había realizado una actualización de la ponencia general de valores catastrales desde 1994, hace 30 años
El Ayuntamiento de El Poble Nou de Benitatxell aprobó en el pasado pleno ordinario el acuerdo provisional para la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, que reduce el tipo impositivo del IBI del 0,83% al 0,82%. La bajada entrará en vigor el próximo año 2025. Ya en 2019 se efectuó una rebaja del 0,85% al 0,83%, por lo que el municipio lleva 3 puntos de rebaja acumulados en 5 años.
Esta medida se ha tomado ante la publicación el pasado miércoles del inicio del trámite de notificación individual para la actualización de la ponencia general de valores catastrales en la que está trabajando la Gerencia Territorial del Catastro de Alicante. Dado que esta modificación de valores catastrales (es la referencia que utilizan los ayuntamientos para calcular la base del IBI) prevé actualizar los precios y, por tanto, en algunos casos subirá el valor de las viviendas, adecuándolas al precio actual de mercado, el equipo de gobierno (Més Benitatxell) ha decidido compensarlo con una bajada del tipo impositivo del IBI. Este ajuste de los valores catastrales, que tiene como objetivo resolver el desequilibrio actual y conseguir una justicia tributaria, se efectuará de manera progresiva en 10 años.
Las ponencias de valores recogen los criterios para determinar el valor catastral de cada bien inmueble. Según la legislación, se deben actualizar cada 10 años o cuando existen diferencias sustanciales entre los valores de mercado y los valores catastrales vigentes. Y en el Poble Nou de Benitatxell este baremo no se actualiza desde el año 1994, hace 30 años.
El Ayuntamiento detectó hace un tiempo grandes desequilibrios impositivos entre las diferentes zonas del municipio. Tras unas comprobaciones, la Gerencia Territorial del Catastro corroboró que son numerosas las zonas que están pagando impuestos muy por debajo de otras. Y es que son muchas las viviendas cuyo valor catastral no llega ni al 20% de su precio de mercado, cuando, según la legislación (Orden Ministerial de 14 de octubre de 1998 sobre aprobación del módulo de valor M y del coeficiente RM y sobre modificación de Ponencias de valores), esta cifra debería ser, al menos, del 50%.
Concretamente en la zona de Jazmines, tal y como ha confirmado al Consistorio la Gerencia Territorial del Catastro, existen viviendas de gran lujo que tienen de media un valor catastral de sólo el 15% sobre su valor de mercado. Así, si pusiésemos como supuesto ejemplificante un chalet de 2 millones de euros que sólo tiene asignado un valor catastral del 15% de su precio de mercado (cuando debería ser al menos del 50%), se podría decir que está dejando de aportar a las arcas municipales 5.900 euros anuales. Es decir, de los 8.300 euros que debería pagar de IBI, actualmente estaría aportando tan solo 2.490 euros. Por otra parte, en el otro extremo, el centro urbano es la única zona cuyo valor catastral más se aproxima, en general, a los parámetros del 50%, aunque no en su totalidad.
El hecho de que ciertas viviendas tengan un valor catastral del 15% o el 20% del valor de mercado está suponiendo una merma importante en la recaudación que el Ayuntamiento recibe en concepto de IBI, lo que deriva, según ha explicado el alcalde, Miguel Ángel García, en “una imposibilidad de dar abasto con las demandas de mantenimiento y conservación que recibimos de todas las zonas. Hay un claro desequilibrio tributario entre vecinos del municipio de diferentes áreas. Tenemos la obligación de velar por la igualdad de todos los ciudadanos y ciudadanas en todos los sentidos: en derechos y en obligaciones. No es justo que un chalet de 2 millones de euros esté aportando casi lo mismo que una vivienda humilde por no haberse actualizado su valor catastral”.
Además, ha recalcado, “la realidad actual no es la de hace 30 años. La demanda de servicios es mucho mayor y, como es obvio, los costes han subido sustancialmente, por lo que lo más responsable es actualizarnos como ayuntamiento y como municipio para conseguir una justicia tributaria que nos permita prestar los servicios de calidad que el pueblo se merece”.