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Estos aparatos, que tanto sirvieron de nexo de unión entre las personas cuando todavía no existían los smartphones ni las redes sociales, son ya historia en el municipio
Los vecinos y vecinas de El Poble Nou de Benitatxell se despiden hoy de un mito. Las cabinas telefónicas, que tanto sirvieron de nexo de unión entre las personas cuando todavía no existían los smartphones ni las redes sociales, son ya historia en el municipio. Este viernes, un técnico de Telefónica ha retirado las dos últimas cabinas que quedaban en el municipio, situadas en la calle Mercat y en la esquina entre la calle Pou y la calle de les Capelletes.
Las han retirado a petición del Ayuntamiento, con el objetivo de eliminar mobiliario urbano en desuso y deteriorado, que causaba un impacto visual negativo. La de la calle Mercat ya no funcionaba. Hacía tiempo que estaba descolorida y medio desvalijada. Pero la de la calle Pou todavía tenía línea y seguía en funcionamiento, aunque fuera ínfimo. Lo cierto es que Antonio Lago, el operario que se ha encargado de su retirada, todavía ha recaudado algunos céntimos de la hucha.
Sorprende que en la era de las tecnologías, los aparatos analógicos sigan teniendo su público. De hecho, como ha apuntado Antonio Lago, “en ciudades grandes como Elche, Alicante, Orihuela, Murcia o Cartagena todavía hay muchas. Y dan dinero. Por ejemplo, las que están en sitios estratégicos como junto a un hospital o en una estación de tren o autobús”.
Pero, inevitablemente, son cada vez menos. Como Benitatxell, son cada vez más numerosos los pueblos y ciudades que deciden despojarse de ellas. Porque la mayoría no funcionan o no se usan. Seguramente, en un futuro no muy lejano, el trabajo de Antonio sea histórico. Porque, como revela, “éramos más de 100 técnicos en toda España y ahora ya solo quedamos diez”.