El alumnado del IES Teulada, entre el que se encuentran jóvenes pobleros y pobleras, ha realizado un excelente trabajo de recuperación de la memoria y reivindicación de la dignidad de las víctimas del nazismo en la Marina Alta. De él ha nacido un libro y pronto verá la luz un documental. Además, el estudio ha recibido el primer accésit de los Premis Sapiència 2023, unos galardones que reconocen proyectos de investigación de jóvenes estudiantes de la Comunitat Valenciana. Hablamos con las autoras y autores, Lola Angelina Boyle, Daniela Montoya y Martí Bertomeu, y su tutor, Manu Farpón.
Enhorabuena por el Premio Sapiencia que recogisteis en la Universitat Jaume I de Castelló. ¿Cómo lo vivisteis?
Muy bien. Estamos muy orgullosos y orgullosas del trabajo que hemos hecho. Cuando empezamos no nos esperábamos llegar hasta aquí. Nos gusta que la gente pueda conocer el proyecto y, al mismo tiempo, dar relevancia a temas como la memoria democrática que han sido tabú durante muchos años.
¿Cómo nace el proyecto?
El proyecto nace hace más de dos años cuando el instituto decide integrarse en la Xarxa Mai Més, que forma parte del Amical de Mauthausen. Dentro de ese contexto, un compañero, Iván Martínez, y yo (Manu Farpón), decidimos poner en valor la memoria democrática. Entonces empezamos a trabajar en la deportación de los valencianos de la Marina Alta que fueron a parar a Mauthausen-Gusen.
De esa primera parte nació un libro, que se presenta el 18 de diciembre en el Espai La Senieta de Moraira en el V Encuentro de Jóvenes por la Memoria. Sobre ese libro, y con toda la documentación que habían aportado los compañeros de Primero de Bachillerato del curso anterior, empezaron el trabajo actual del documental. El primer proyecto consistió en saber quién eran los que habían ido a parar a Mauthausen-Gusen e investigarlos. Qué había pasado, como habían muerto, cuál había sido su paso por Francia, etc.
Y después nos planteamos qué queda de todo esto. ¿Qué saben las familias, qué piensan los historiadores, cuál es la posición de los políticos, de las instituciones públicas y de los ayuntamientos ante esta cuestión? ¿Se han preocupado por monumentalizar y visibilizar a estas personas?
Para hacer memoria es importante recoger los testigos de los protagonistas directos o de los familiares de las víctimas. ¿A quién habéis entrevistado?
Hemos entrevistado a familiares, a historiadores, políticos… Entre ellos, a Álvaro Llopis, familiar de José Carrió, de Pedreguer. Él nos contó que conocía un poco la historia pero que nunca se había imaginado que vivió una situación tan terrible.
También hicimos un viaje a Francia del que no esperábamos obtener tantas fotografías e información. En el viaje entrevistamos al historiador Víctor Bisquert, concejal de El Poble Nou y el año pasado profesor del IES Teulada. Él nos acompañó por el recorrido que hicieron los exiliados por Francia, fuimos a ver las tumbas de Walter Benjamin y Antonio Machado, descubrimos sus historias y esto lo pudimos plasmar en el documental. La idea del viaje era conocer de primera mano el escenario de la retirada: el paso de Portbou, llegar a Colliure, ver la playa de Argelès-sur-Mer…
El principal objetivo del trabajo es “recordar como se merecen a las víctimas silenciadas, devolverles la voz y obtener paz”.
Sí. Nos interesa también incidir en cómo ha ido transformándose la memoria y la percepción que tenemos. A veces, incluso, hay familiares que no tienen conocimiento de lo que pasó. Este es un tema muy delicado por tantos años de silencio, y si alguna función tiene la memoria histórica es la de reconstruir, saber qué ha pasado y, de esa manera, vivir en un espacio social que sea más digno y solidario.
Habláis de “historia incómoda”. ¿Para quién?
Recuperar la voz de los vencidos es complicado, sobre todo en nuestro Estado, en el que durante 40 años hubo una versión oficial de los hechos, un silencio programado desde arriba y una persecución constante. La transición no abrió las puertas a conocer toda la historia y lo que podemos ver todavía hoy en día es que el franquismo sociológico continúa instalado en nuestra sociedad y que hay una parte de ella que sigue utilizando el discurso oficial del franquismo para justificarse.
Aquí no hubo una desfranquización como sí que hubo una desnazificación en Alemania. Las empresas que se aprovecharon del trabajo esclavo de los soldados prisioneros no han pagado absolutamente nada. La situación se aparcó y empieza a removerse cuando proliferan las redes sociales de memoria histórica y los familiares por su cuenta empiezan a investigar.
Lo que es muy curioso es que personas que estuvieron encerradas a campos de concentración y que después volvieron a Francia, allí han sido reconocidas, pero en el caso nuestro continúan en el olvido o cuesta mucho de reconocer
A raíz de haber trabajado en este proyecto, ¿cómo analizáis el contexto político actual en el estado Español y los discursos de odio?
Ver las imágenes que se han visto con las manifestaciones en contra de la amnistía demuestra que hay gente que no conoce la historia y que no le han dado las herramientas para tener una opinión crítica. Porque nos cuesta mucho creer que una persona enterada de todas las barbaridades que se sufrieron, o que haya visto los testimonios de las víctimas y de los familiares, esté defendiendo que vuelva un régimen totalitario.
Parece que la educación tiene miedo a tratar estos temas, pero pensamos que se tiene que hacer más pronto. Nosotros en 4.º de ESO vimos algo, pero no fue hasta 1.º de Bachillerato que empezamos a informarnos, a investigar documentos, a mirar documentales, etc. Hasta ese momento no teníamos ni idea. Si se empezara un poquito antes a educar en valores y respeto, y a implantar la memoria democrática en el sistema educativo a través de las asignaturas de Historia, los jóvenes reflexionaríamos antes sobre lo que pasó. Si no conocemos nuestra historia, ¿cómo vamos a prevenir que se cometan los mismos errores del pasado?
También estamos asistiendo actualmente al genocidio del pueblo de Palestina. ¿Os evoca a algo?
Lo que más sorprende de Palestina quizás es el agresor. Cuesta llegar a entender que los descendentes de aquellos que sufrieron el holocausto nazi adoptan posicionamientos que están más próximos al nazismo que a una democracia. El pueblo palestino está abandonado absolutamente a su suerte y vive una situación insostenible. Puede recordar a las agresiones en la Segunda Guerra Mundial o a destrucciones como las del Mercado Central de Alicante en mayo del 1938, Gernika en 1937, etc. Atentar contra la población civil por encima del derecho internacional es todo lo contrario a lo que nosotros hemos trabajado en clase: la tolerancia, el respeto y, dentro de ese respeto, el respecto al ordenamiento internacional, los derechos humanos y las libertades.
Los resultados del proyecto verán la luz a principios de 2024. Avanzadnos algo.
La idea es presentar el tráiler del documental el 18 de diciembre en el Encuentro de Jóvenes por la Memoria y tener la versión definitiva el 27 de enero, que es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
¿Qué balance hacéis de todo este recorrido educativo y de la experiencia vital que ha supuesto para vosotros?
Ha sido una experiencia muy interesante gracias a la cual hemos creado un grupo de jóvenes de 16, 17 y 18 años que ahora pueden hablar con un poco de conocimiento sobre los exiliados, los campos de concentración, etc. Gente que tal vez no habríamos coincidido, hemos viajado juntos, hemos colaborado, hemos llegado conclusiones y, incluso, hemos obtenido un premio. Hemos sido muchas personas las que hemos sumado nuestro granito durante casi tres cursos y cuando estrenemos el documental nos sentiremos muy orgullosas de haber participado y veremos recompensado todo el trabajo realizado.
La creación de lugares de memoria (placas, monolitos, etc.) es una manera de recordar y dignificar a las víctimas de la barbarie nazi. ¿Esperáis que después del estreno del documental los gobiernos de la Marina Alta tomen nota?
Sí que hay placas en algunos pueblos como Pedreguer, en la Casa de Cultura y en la casa donde nació José Carrió; en Pego hay un monolito, en Dénia hay un reconocimiento en el cementerio…Pero puede ser que la repercusión del documental y la obtención del accésit en los Premis Sapiència den algún impulso más, quién sabe. Por ahora, el tema está moviéndose por los periódicos comarcales y hemos conseguido cosas que no nos imaginábamos, como ir a Castelló a recoger un premio tan prestigioso. No sabemos si proliferarán los monumentos a la memoria, pero sí que tenemos ofertas ya de ayuntamientos interesados en proyectar el documental.