La excavación completa del lavadero de l’Abiar en Benitatxell revela una joya “en perfecto estado de conservación”

  • Mide 9 metros de largo, lo que concuerda con el testimonio oral de las personas mayores entrevistadas
  • La excavación coincide con el centenario de la primera evidencia escrita que se tiene de la existencia del lavadero en 1924

Cuando el mes de febrero de 2023 la Oficina de Patrimonio de Benitatxell descubrió el primer vestigio del lavadero de l’Abiar, todo parecía apuntar a que su estado de conservación, después de 50 años soterrado, era bueno. Hoy, con la totalidad de su estructura destapada tras tres días de excavaciones, ese vaticinio es aún mejor: “este hallazgo, en el terreno de la restauración, es un diez. Está en perfecto estado de conservación”, aseguraba con evidente emoción Humberto García, quien, junto a Alejandro Gomis y Adrián Rodríguez, conforma el equipo de arqueólogos encargados de las excavaciones.

Sus muros y baldosas se han conservado perfectamente pese a enterrarse esta construcción tradicional al abrirse una carretera en los años 70. Mide 9 metros de largo, lo que concuerda con el testimonio oral de las personas mayores a las que se entrevistó, especialmente a mujeres (Maria Català, Teresita Català, Isabel Buigues, Lola Martínez y Pepe Vidal), quienes apuntaban a que antiguamente, cuando iban a lavar la ropa al lavadero, se colocaban seis mujeres a cada lado y tres más en cada punta.

Si estos datos son ilusionantes, lo es aún más el hecho de que la excavación haya coincidido con el centenario de la primera evidencia escrita que se tiene de la existencia del lavadero el año 1924. En el ensayo de Rosa Seser ‘Memorias sanitarias de los pueblos del distrito de Dénia conservadas en el Archivo Municipal de Dénia. 1984-1924 (III)’ publicado en la revista de investigación ‘Aguaits’ del IECMA, aparece una mención al lavadero de l’Abiar: “No existe mercado ni matadero; habiendo un lavadero en la partida del Abiar que emplea para su uso agua pluvial”.

Desde entonces, el lavadero de l’Abiar fue en la primera mitad del siglo XX un espacio social muy relevante, especialmente para las mujeres de la época, que acudían andando desde el núcleo antiguo para hacer la colada aprovechando las aguas de los pozos. En los años 70 se tapó para construir la actual carretera y las canalizaciones subterráneas, y hasta su excavación se desconocía si el lavadero fue destruido o simplemente se asfaltó encima.

Cómo ha sido recuperar, paso a paso, este importante espacio social para las mujeres

A finales de 2021, el equipo de gobierno comenzó a trabajar en su posible recuperación. En noviembre, el área de Patrimonio, a cargo de Víctor Bisquert, encomendó un estudio con georradar. El siguiente paso fue el de documentar la ubicación y sus características a través del testimonio oral de diferentes vecinas y vecinos de mayor edad. Esos testimonios fueron grabados y recopilados, y en julio de 2022, el Ayuntamiento estrenó el documental ‘El llavador de l’Abiar. Memòria viva d’un poble’.

En febrero de 2023 se descubrieron parte de sus restos en una primera excavación para su localización, pero el nivel freático del terreno inundaba constantemente el área de excavación y la llenaba de lodo y agua. Tras ello, se han llevado a cabo diferentes actuaciones para instalar nuevas tuberías y canalizar el agua, tarea que no ha sido fácil dada su localización en una de las zonas más bajas del municipio y, por tanto, con más filtraciones de agua subterráneas.

Además, se ha decidido esperar al momento idóneo para realizar los trabajos con el objetivo de entorpecer lo menos posible el tránsito de vehículos en la zona, puesto que en el último año han coincidido diversas obras de reurbanización como la del camí de l’Abiar o la de la avenida de Alicante.

Ahora, tras sacar la luz toda la estructura, se va a acotar la zona y van a iniciarse los trabajos de limpieza a mano más minuciosos por parte del equipo de arqueólogos. Mientras, la carretera será de un único carril, pero con dos sentidos de circulación, que se indicaran mediante señalización y resaltes para preservar la seguridad vial. Los últimos pasos serán la restauración total del lavadero y su entorno con el objetivo de musealizarlo y ponerlo en valor.